ARTÍCULO 24
La actual Constitución en su artículo 24 dice que el Presidente de la República preside el Gobierno político y el Estado apolítico chileno. Es como presidir el Cielo y el Infierno al mismo tiempo. Las Democracias modernas separan los poderes del Gobierno y los poderes del Estado. Eso es bueno para no mezclar las cosas, como el aceite con el agua. El Estado debe administrar cosas iguales para todos los chilenos y unánimes no conflictivas, como, por ejemplo, las FFAA, que no tienen color político.
Las FFAA jamás deberían ser interferidas por un poder político como el del Presidente de la República. La elección de un jefe de Estado es preciso analizar con bastante cuidado para no elegir un gato en lugar de una liebre. Ya el Presidente, como es una costumbre nacional chilena, podría elegirse por votación directa de los electores, de los ciudadanos. Sin embargo, debemos hacer fuerza y reconocer para que sean respetadas las decisiones de la mayoría de los ciudadanos. Por ejemplo, si la mayoría de los ciudadanos vota nulo y/o se abstiene, la elección debe ser nula también. Eso sucede cuando la abstención más los nulos ultrapasan los 50% de los votos esperados en total. Independientemente de quienes sean los candidatos. Cuando esto sucede, debe ser interpretado como que la mayoría no quiere ni uno ni otro candidato, por lo tanto, no debería serles permitido presentarse nuevamente en la elección en referencia, que debería ser repetida. Nuevos candidatos deben ser presentados.
Otra de las cosas que la nueva Constitución debería establecer es que si aprueba la reelección por apenas una vez, entonces el Presidente debe renunciar con un tiempo suficiente antes. Tal vez tres meses o más, y dejar el poder con el Vice-Presidente, cargo que debería ser creado.
ESTA ES UNA PROPUESTA PARA EL PROYECTO DE LA NUEVA CONSTITUCIÓN QUE DEBERÁ SER PROPUESTA AL PUEBLO DE CHILE.