PURO CHILE

Chile auténticamente democrático

EL AHORRO

El ahorro de los ciudadanos es equivalente al lucro (utilidad monetaria) de las empresas. Las grandes empresas, así como los ricos y los ciudadanos de alta renta, tienen muchas posibilidades de tener ahorros excedentes (dinero que sobra al final del mes) del devenir diario fundamental. Por lo tanto, estos ahorros son colocados en aplicaciones monetarias con rendimientos de interés variado constante o flotante. Las Bolsas (de acciones) también son un destino cierto para los grandes ahorros o inversión, como otros lo llaman. En las Democracias capitalistas privadas o mixtas, este ahorro es canalizado para empresas productivas o de útiles ayuda a desarrollar y modernizar el país. El problema radica cuando el ahorro es pequeño, lo que sucede a la mayoría de los Trabajadores. Su única alternativa es guardar el dinero debajo del colchón o depositarlo en una cuenta de ahorro. Cuando depositado en una cuenta de ahorro, el interés pagado es el mismo que la aplicación de una gran fortuna, a veces es menor. En resumen, se privilegia el rico en detrimento del pobre. Creemos que se debe hacer lo contrario: prestigiar al pobre, incentivándolo a que ahorre. No olvidemos que un país que ahorre mucho tiene sus problemas disminuidos al mínimo. Excepción, son los países comunistas, en que se ahorra mucho, pero como no hay nada en que gastar (ni aplicar), es dinero y sacrificio perdido. No hay incentivo ninguno. La vida no tiene sentido en estos países.  Creemos que se debe establecer el “ahorro social”. No decimos el “ahorro socialista” (aunque así lo sea) para no asustar a los tímidos. ¿En qué consiste este sistema? Se establece la cantidad de ahorro en tres (o más) divisiones: Pequeño, medio y alto. Los ahorros considerados pequeños, deben tener un interés llamativo arriba del índice de la inflación. Un índice que incentive a la práctica del ahorro. Los medios, un pequeño interés arriba de la inflación y los grandes ahorros apenas la “corrección monetaria” de la inflación. Cada ciudadano tiene derecho a abrir una cuenta de este tipo. Apenas una, para evitar el fraude. De esta forma, se incentivaría la práctica del ahorro y se premiaría a los más débiles financieramente. Notar que el objetivo, por más noble que sea, no es el de recaudar grandes cantidades de ahorros y si incentivar grandes cantidades de personas que ahora no ahorran. ¿Deberíamos establecer algo así en la nueva Constitución chilena para facilitar el ahorro? Vote APRUEBO!

“Quien vive con seguridad en una dictadura, mañana puede ser víctima de ella”. (Traducido de “DEMOCRACIA E TOTALITARISMO”. Rio de Janeiro: Ed. Agel, 1985 – Brasil, por Sergio Raúl Menares Becker).

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