PURO CHILE

Chile auténticamente democrático

EL MERCURIO

Hace 10 años, cuando completaba un año de ingeniero jubilado (con 66 años) y había asumido de vez mi nueva profesión (no remunerada) de “politólogo”, escogí Chile para divulgar la Filosofía del Socialismo Democrático. Visitar nuevamente mi lindo país me llenaba de alegría. Contraté un auditórium de una Universidad para dar la palestra. Una semana antes, y ya en Chile, decidí anunciar esta palestra en el diario El Mercurio, a pesar de saber que era un periódico políticamente parcial, ladeado a la derecha. Pero, como era apenas la divulgación de una filosofía y no de un partido político, me pareció que no habría conflicto de interés.

Me presenté en la oficina de El Mercurio en el centro, al lado del “maravilloso” restaurante El Rápido, donde me devoré “dos de pino y dos de queso”.

En el atendimiento, fui encaminado al balcón de anuncios. Donde leyeron el anuncio solicitado:

CHARLA SOBRE LA FILOSOFÍA SOCIALISTA DEMOCRÁTICA. Auditorium XXXXX, Universidad YYYYYYY. Fecha y hora: ZZZZ. ENTRADA GRATIS. DURACIÓN APROXIMADA: 90 MINUTOS. (INVITACIÓN A TODOS LOS CHILENOS INDEPENDIENTES Y DE CUALQUIER PARTIDO).

Me pidieron un site de referencia. Lo di: socialismodemocratico.info, un correo electrónico, lo di (el mío).

Me dijeron que me darían la respuesta al día siguiente, pues se trataba de un anuncio político. Les dije que no estaba de acuerdo, pues era sobre una FILOSOFÍA DE VIDA. La muchacha insistió que era político, pues tenía las palabras Socialista y Democrática. Dije que no aceptaba su punto de vista y quería que me enviara a su supervisor para discutir el asunto. Telefonó y me hizo subir al segundo piso. Donde fui atendido en forma muy educada en la oficina del supervisor.

Expliqué al supervisor mis argumentos y él me dijo que le parecían correctos, pero, para eliminar dudas, llevaría el caso al gerente inmediatamente. Esperé en la oficina del supervisor, más o menos media hora, hasta que él llegó nuevamente.

Me dijo: “Sr. Menares, lo siento mucho, el gerente no aceptó su anuncio, pues puede comprometer al diario. Pero si el diario fuera mío, yo lo aceptaría, pues leímos su sitio completo y es inocuo”.

Mis sinceras disculpas, lo lamento mucho y hasta luego.

Me fui en estado de choque.

Hasta ahora estoy igual.

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