IMPUESTO ÚNICO V
No hay duda que la idea propuesta de aplicar el Impuesto Único en cualquier país y substituirlo por un impuesto máximo (50%) al lucro de todas las empresas es algo un poco temerario, pero substituirlo por la mitad del lucro o sobras de las empresas no es algo malo para nadie, ni para los empresarios, ni para los ciudadanos, ni para el gobierno. Al desviar la cobranza de los impuestos que hoy se cobran de los productos y servicios, estos tienden a bajar de precio. Todos ganamos con esto, pobres y ricos. Para perderle el miedo a la nueva propuesta, debíamos quitar todos los impuestos a la canasta básica. Con eso veríamos la cosa de otro punto de vista, más racional y más justa. Para comenzar, basta dar el primer puntapié a la bola.