PURO CHILE

Chile auténticamente democrático

LA QUIEBRA O FALENCIA

La reciente quiebra de una empresa constructora chilena, que cierra sus puertas y cientos de Trabajadores pierden sus trabajos, nos obligan a COMENTAR este asunto del punto de vista “racional”.

En los países comunistas no existe quiebra o falencia. Las empresas casi siempre trabajan con pérdidas monetarias. El gobierno repone los déficits existentes en forma rutinera. ¿De adonde saca el gobierno dinero para cubrir los déficits? Muy simple, del Banco Principal del gobierno con emisiones inorgánicas. Es decir, impresión de dinero por una causal provocada, pero sin real cobertura. Esto provocaría inflación en cualquier sociedad equilibrada, pero en el comunismo, como los precios son controlados por el Estado, eso no ocurre. Entonces la válvula de escape del desequilibrio y descontrol, causa escasez y desabastecimiento. El aparecimiento del mercado negro es normal y la vida se transforma en un INFIERNO, especialmente para los Trabajadores mal posicionados y con menos acceso a los jefes del Partido o del Gobierno, que tienen exorbitantes privilegios (basta recordar el gobierno de Allende en Chile al cual Boric le rinde adoración).

Como no hay quiebras en los países comunistas, los Trabajadores no pierden sus empleos, pero ganan tan mal que es como si no tuvieran empleo, con un inconveniente a más: no pueden protestar, pues son considerados “contrarrevolucionarios”, agentes del imperialismo, lumpen, y hasta presos en la cárcel por varios año (Cuba).

En las Democracias las quiebras o falencias de empresas, normalmente terminan con sus dueños perdiendo todo o casi todo y los ejecutivos muchas veces en la cárcel por administración temeraria, errada o ilegal.

Deudas no pagadas también dan cárcel. Lo peor de todo es que las empresas cierran sus puertas. Dejan de operar y los Trabajadores pierden sus Trabajos. Pierden su fuente de ingresos. Y si no hay un buen sistema confiable y seguro de “seguro contra la pérdida del empleo”, comienza a faltar comida en las casas de los Trabajadores. ¿Quién primero paga las consecuencias de eso? La familia con los hijos, los niños.

Cerrar una empresa por falencia, sea cualquiera el motivo o la causa de eso, le hace mal al país. Una empresa normalmente es administrada por los dueños (o en su nombre por los ejecutivos indicados) que son los principales beneficiarios cuando la empresa va bien. Pero también (y no menos importante) son los Trabajadores que de allí obtienen su sustento y, finalmente, el País, a través del gobierno que obtiene los recursos necesarios a su día a día, a través de los impuestos de la utilidades de la empresa.

Una de las ideas idiotas de Boric y los bolcheviques que lo rodean, es colocar representantes de los Trabajadores en los Directorios de las empresas, como si esta medida fuera la seguridad de una buena administración o la salvación de las empresas de evitar las falencias y evitar que falte comida en la mesa de la casa del Trabajador cuando la quiebra ocurrir. Creo que los Trabajadores son bastante inteligentes para saber que esta es una maniobra demagógica de carácter político, sin consecuencias fructíferas reales para el Trabajador y sus familias.

Los Trabajadores tienen sus Sindicatos para defender sus derechos y los dueños de la empresa tienen al Directorio para administrar la empresa.

Mezclar las cosas es estúpido. El Mariscal Tito de Yugoslavia lo hizo, y el mismo se dio cuenta que no funcionaba, y cuando funcionaba, funcionaba mal. Pero tenía pocas alternativas por causa del sistema comunista hibrido. Albania lo practicó hasta el final del comunismo Y NUNCA FUNCIONÓ. Hay una frase popular que describe muy bien esta situación:

CADA MONO EN SU ÁRBOL HACE CRECER LA SELVA. MUCHOS MONOS EN UN ÁRBOL, DERRIBA AL ÁRBOL… Y LOS MONOS.

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