EL CIRCO CHILENO
El resultado de las elecciones primarias de Chile ha mostrado que la política de Chile más parece un circo que otra cosa. La izquierda extremista marxista ha votado por mayoría en Gabriel Boric. Un rechazo contundente a los comunistas frenéticos y fanáticos de la vieja guardia. Los que todavía piensan en Stalin con sus estatizaciones a la moda de Fidel Castro, sin pensar que esas estatizaciones no trajeron nada bueno para los trabajadores (a pesar que a los comunistas le importa un cuesco la situación de los Trabajadores). Muy por el contrario, las estatizaciones solo trajeron hambre y angustia a los Trabajadores. Esas estatizaciones le hicieron la vida a los Trabajadores un INFIERNO. Solo los fanáticos marxistas, aquellos que no se importan de ver sus hijos pasando hambre, es que concuerdan con ese tipo de aberración e irracionalidad.
En Perú tendremos luego, luego el mismo caso, después que asuma el irracional que probablemente asumirá. Será cosa muy mala, pues él nombrará los jefes de las FFAA y todo indica que serán partidarios del Socialismo Marxista o se harán partidarios de él. Volviendo a Chile, tenemos que los extremistas de izquierda votaron mayoritariamente por Boric. Un marxista sin experiencia ninguna en que su plano de gobierno se centra en dos insignificancias: la feminidad y la salud mental. Él piensa (y en esto ha convencido a los que lo siguen) que resolviendo estos problemas, el país se enderechará. En ningún país del mundo resolver esto ha traído más empleo a los Trabajadores, jamás ha resuelto el problema de la CESANTÍA, jamás ha resuelto el problema HABITACIONAL. El piensa que visitar bandidos en la cárcel va a traer comida para la mesa de los Trabajadores (aunque algunos descerebrados se lo crean).
Con un discurso lleno de flores, pero sin ningún fruto, pretende dirigir los destinos de Chile con sus infinitos problemas de porte mayor. Es un ilusionista… Por otro lado, ha triunfado en la derecha un candidato que quiere romper con el pasado pinochetista de todo. Es decir, piensa echarse millones de partidarios de Pinochet, en contra, como si todos ellos no tuvieran valor como personas. No hay duda que también pensamos como todo demócrata piensa, que Pinochet no era uno de los nuestros y, aunque teníamos el mismo objetivo: luchar contra los comunistas, él nos trataba como enemigos. Decía cosas estúpidas, como que solo los militares estaban aptos a gobernar el país y que ningún civil podía compararse a ellos. El Sr Sichel, parece un demócrata que tiene el gran defecto de no luchar enérgicamente contra los totalitarios todos: los fascistas y los comunistas. Mas parece un “ni chicha ni limonada”, como el que tenemos ahora en la Moneda. Un chileno ha dicho que lo que ha pasado en Chile es muy difícil de entender, casi imposible, da rabia, tristeza y mucha risa, pero es trágico.
¿EN UNA NUEVA CONSTITUCIÓN, NO DEBIAMOS ESTABLECER GARANTIAS DE IDONEIDAD DE EXPERIENCIA PARA EXERCER UN CARGO POLÍTICO?
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