PURO CHILE

Chile auténticamente democrático

LA IGLESIA CATÓLICA

La Iglesia Católica es una organización religiosa, espiritual y altruista que representa lo mejor del ser humano: la caridad y el compromiso de ayudar al que lo necesite.

Era ridiculizada en la antigua Unión Soviética comunista y hacia su labor con mucha dificultad por causa de los comunistas, que la detestaban. En el caso de la Iglesia Católica, ella era sustituida por la Iglesia Ortodoxa Rusa, pero igual seguidora del Cristianismo.

El relato y testimonio que hago, lo hago de corazón muy agradecido a esta sagrada institución que me ha tocado conocer de cerca. La Iglesia Católica la conocía apenas por ser de familia católica, por eso me tocó hacer todos los ritos de ella en mi juventud, como mi Primera Comunión, ir a la misa todo domingo, confesarme, etc. Cuando ya adulto, apenas me consideraba como “cristiano”, más que católico. Con eso aceptaba todas las iglesias cristianas que había.

Años atrás (cuando ya vivía exilado en un país fuera de Chile), visité la linda ciudad de Montreal en Canadá para visitar mi hermano comunista exilado, que había huido de Pinochet y se salvado milagrosamente de dos atentados a su vida por parte de la Policía Política de Pinochet. A la tercera tentativa de ser asesinado, probablemente lo conseguirían. Le pregunté cómo se había arrancado de Chile y de las garras del perverso dictador chileno, entonces me dijo que lo había hecho gracias a la Iglesia Católica, que lo había ayudado a escapar, incluso le habían pagado las pasajes al Canadá. Como era una víctima de la dictadura, todo había salido más fácil en conseguir ayuda.

Me recordé de mi época de joven izquierdista desilusionado con Allende y los marxistas, y que habíamos celebrado el golpe militar de Pinochet, pero al ver la truculencia del dictador, habíamos ayudado a los ex-UP a huir saltando las murallas de los consulados en Santiago de noches en pleno “toque de queda”, escondidos en lo escuro, para así pedir asilo político. No les preguntábamos a los ayudados de cuál partido político eran. Apenas los ayudábamos para que no fueran capturados y sus cuerpos no aparecieran en el Rio Mapocho al día siguiente.

Le dije a mi hermano que yo también había sido ayudado por la Iglesia Católica, no a huir de Chile, sino que a vivir en el extranjero como emigrado político – descubierto por la Policía de Pinochet por ayudar los UP a huir por los consulados.  La Iglesia Católica por medio de su organización “José obrero”, me había arrendado mi primer departamento por un precio bajísimo (subsidiado) en el nuevo país de residencia, sin exigirme nada en garantía, apenas mi palabra.

En esa época entendí perfectamente como eso era bueno, excelente y viabilizaba la existencia de las personas para tener y llevar una vida decente en una vivienda limpia y con agua potable en cañerías. Una vivienda en un ambiente urbanizado. Entendí eso perfectamente, pues lo viví, por qué es tan útil para una sociedad (un gobierno) construir edificios de departamentos populares (sin lujo) para ser arrendados a familias necesitadas de bajos recursos o a los jóvenes recién casados, que se inician en una nueva vida, muchas veces con pocos recursos financieros.

Tengo entendido que lo mismo se hace en Rusia, EEUU, Brasil y se hacía en Alemania Oriental. Probablemente se hace en muchos otros países. De otra forma también se hacía en Chile, en menor grado.

Le dije a mi hermano que deberíamos ser muy agradecidos a la Iglesia Católica por lo que hacían, y debíamos contribuir de alguna forma para pagar, en el buen sentido de la palabra, lo que habían hecho por nosotros a la medida que mejorásemos de vida. Cuál fue mi sorpresa, cuando él me dijo que no haría nada por la Iglesia Católica, pues no merecían nada. Todo lo que habían hecho por él y por otras personas no era más que su deber por haberle hecho la guerra al “Chicho” (como era llamado Salvador Allende por sus partidarios). Que el arrepentimiento de los católicos no era más que la decepción de haber apoyado un Pinochet, y que ahora trataban de redimirse.

(Pensé: La mentalidad de los comunistas es muy diferente a la mentalidad que tenemos los Demócratas).

¿En la nueva Constitución chilena que haremos, será que podremos introducir o dejar abierta la posibilidad para soluciones como ésta? ¡Opine, pues es su derecho!

LA FILOSOFÍA SOCIALISTA DEMOCRÁTICA REÚNE LO MEJOR DEL SOCIALISMO (JUSTICIA SOCIAL) Y LO MEJOR DE LA DEMOCRACIA (LIBERTAD) Y ES CONTRA LAS DICTADURAS.

INSTITUTO FILOSÓFICO DEMOKRATIS.

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